Encuentro de Santarém 2023 – La crónica

Texto: José Luis Nieto
Fotos: Juan Jesús Guillén
Maquetación y adaptación fotográfica: Webmaster
Traducción al Portugués: Natacha Santos

«Anoche soñé que regresaba a Manderley». Así comienza Rebeca, la famosa novela de Daphne du Maurier: en la que la protagonista recuerda sus duras vivencias en aquella gran mansión victoriana, hasta que la casa fue arrasada por un fuego provocado por el ama de llaves.

Santarém no es Manderley, ni mucho menos, pero su recuerdo también despertaba malas vibraciones en los miembros más antiguos del CIMH0. Allí celebramos en 2015 lo que se iba a convertir en el último encuentro de una época. Sin llegar al nivel de penalidades que vivió en Manderley la protagonista de Rebeca, aquel encuentro de 2015 estuvo lleno de problemas. Se quemaron varias centrales, hubo mil y un cortos, apenas pudieron circular algunos trenes, y… la gran sorpresa final se produjo en la cena del sábado, cuando se anunció la disolución del Club de Módulos Maquetrén.

Tras aquel jarro de agua fría, el entusiasmo y el esfuerzo de un grupo de miembros del club recién extinguido permitió el nacimiento de uno nuevo, el CIMH0, transformando en una esperanzadora resurrección lo que podía haber sido una muerte triste. Hoy, ocho años más tarde, el CIMH0 es un pujante grupo de aficionados que ha innovado la manera de jugar, incorporando nuevas ideas y nueva tecnología y, sobre todo, ha aglutinado una relación entre sus miembros que hace realidad su lema: Amistad y Trenes.

En abril de 2023 hemos vuelto a Santarém. En la cena del sábado en el pabellón, el presidente del CIMH0, muy consciente de su alto papel institucional, glosó con verbo florido la historia del Club desde aquel Santarém 2015, ¡que lejano parece ahora!, pronunciando unas palabras sentidas y emocionadas, que hicieron brillar acuosos los ojos de los asistentes. El recio carácter ferroviario de los modulistas, demostrado en mil y una explotaciones, se resquebrajaba escuchando la brillante prosa presidencial. Gracias a las servilletas de papel del ágape, no se produjeron situaciones embarazosas de llanto en muchos de los asistentes. Terminada la arenga, el presidente fue entusiásticamente procesionado por el recinto, sentado en su trono sobre un carruaje que arrastraban algunos de sus fieles compañeros en el equipo de trabajo. El resto aclamaba con fervor, ¡presidente! ¡presidente! ¡presidente! Unos vítores a los que él correspondía agitando sus manos con regia mesura, como hemos visto en la tele que hacen los grandes monarcas europeos.

Sí, he escrito en la cena del sábado en el pabellón, porque en este encuentro de Santarém 2023 hemos recuperado una tradición que también quedó en suspenso en aquel triste encuentro de Santarém 2015: la cena sabatina junto a la maqueta, compuesta por viandas aportadas por los participantes. Y ha vuelto a ser una cena pantagruélica: embutidos y quesos de todo tipo, ensaladas, frutos secos, patatas fritas (sobre todo, las patatas fritas no pueden faltar), croquetas, empanadas, pollo (picante y sin picar) … Y dulces, muchos dulces. Es imposible enumerar toda la variedad de pastas, tostas, bizcochos, rosquillas y pasteles que había, aunque no puedo olvidar los inigualables pampilhos de Santarém. Todo el mundo encontró un último hueco en su estómago para saborear un pampilho. Uno por lo menos. En cuanto a las bebidas, a los vinos blancos y tintos de diferentes denominaciones de origen se añadieron el rebujito sevillano, el vinho verde portugués, el moscatel de Setúbal, el famoso té rojo (que algunos se empeñan en llamar pacharán) y un par de botellas de cava extremeño que aportó el presidente para celebrar el histórico momento. ¡Gran idea, Juanje!. Definitivamente, la ocasión lo merecía.

Los brindis por la Loconet son un clásico de nuestro Club. Se brinda por la Loconet a la más mínima ocasión. Pero en este encuentro se ha añadido un brindis nuevo: ¡por la cola! dice uno, y todos repiten ¡¡¡por la cola!!!. Este cronista no se ha atrevido a investigar más. Que cada uno interprete lo que quiera.

El lector que haya llegado hasta aquí se preguntará ¿pero no era éste un encuentro para jugar con los trenes? Tranquilidad. Ahora vamos con eso.

Las características del pabellón no facilitaban las cosas. El gran patio central obligaba a un trazado rectangular alrededor de él, con poco espacio para curvas. Pero el maestro Pedro, con la ayuda de su asistente Porti, hicieron un diseño magistral. Porque permitía un trazado muy realista, con tramos muy largos entre estaciones. Algunos de más de veinte metros. El tráfico ferroviario recorría desde Cais NATO hasta Bouro y Sao Martinho, que eran las estaciones término de dos ramales distintos que partían de la bifurcación de Alcabrichel. Entre medias, las clásicas estaciones de Martingança, Cotos, y Orduña y los apeaderos de Altos Hornos y La Breña, que regulaban el larguísimo recorrido. Incluso La Breña era destino final de algún automotor. Un total de ciento cuarenta metros de longitud, algo que ya casi no levanta exclamaciones de admiración.

Además del imponente viaducto de Pangua y el vistoso puente en la Curva de Vale, hay algunos otros módulos a destacar. Gerardo personalizó su “calle con sembrado” con ambiente urbano portugués, incluyendo un trazado tranviario y todo. Un tranvía rojo de la Companhia Carris de Ferro de Lisboa ponía el tipismo lisboeta y un motocarro con el logo del Club cargando un minimódulo añadía la nota simpática. Ricardo Santos nos impresionó con un magnífico trabajo que reproduce una zona del
trazado ferroviario que discurre por una de las orillas del rio Duero: Cachao da Valeira na Linha do Douro. Un total de diez metros de amplias curvas y contracurvas que, cuando esté terminado, será una obra maestra. Ya es un placer ver a los trenes circular por él, a pesar de que falta toda la decoración.

En este encuentro se han incorporado tres nuevos compañeros, a los que damos una cordial bienvenida. Tomás nos ha demostrado que trabaja bien la madera; esperamos que en el próximo encuentro veamos ya progresos en la decoración. Javier se ha atrevido con un cargadero de ganado a medio decorar, en el que tendrá que corregir algunos defectos encontrados. Alejandro ha sido mucho más precavido y trajo su módulo solo con la vía presentada, para que fuera aprobada. Al margen de los módulos en proceso, los tres practicaron como operadores en diferentes estaciones. Y creo que les gustó. Os reiteramos la bienvenida y… ¡esperamos veros en próximos encuentros!

Cais NATO merece una mención especial. En cada encuentro han ido apareciendo más y más vehículos militares en las instalaciones de este conjunto modular. Esta vez los he contado: en estos momentos hay 94 vehículos militares (camiones, jeeps, carros de combate, lanzacohetes, etc.) y 6 helicópteros. Eso sin contar las decenas de vehículos que hay cargados en los trenes militares que circulan desde Cais NATO. Con tal despliegue, debemos estar atentos en el Club a una posible llamada del Cuartel General de la OTAN en Bruselas para que aportemos parte de nuestro arsenal militar para la guerra de Ucrania.

Pero la cosa no va a quedar ahí. António nos ha informado que va a construir anejo un Museo de Vehículos Históricos del Arma de Cavalaria del Ejército Portugués. Los terrenos ya los tiene preparados en dos módulos nuevos que ha presentado en Santarém. Los demás nos preguntamos que vendrá después. ¿Quizás una base de submarinos? Pues quizás sí, porque yo sé de un modelista (que no ha venido a Santarém) que eso es lo que está construyendo.

El domingo nos visitó un grupo de artistas portugueses del grupo Ribatejo Sketchers, que hicieron unas preciosas reproducciones en papel de algunas de las estaciones de la maqueta. Unas en acuarela y otras a lápiz. ¡Un bonito trabajo!. Felicitaciones a Ana, Sandra, Sara y Nelson.

Mas novedades. Se organizó un tren colector para dejar y recoger vagones en las distintas estaciones. Cada día con una composición diferente. A pesar de las dificultades que tenía la wifi de los mandos inalámbricos provocadas por las características del pabellón, el tren cumplió su papel razonablemente. Aunque los maquinistas necesitaron ayudas de los respectivos jefes de estación. Algunas veces complicándoles la vida bastante, la cosa sea dicha. Pero, todo sea por cumplir los
objetivos. Y el lunes se montó un Intercity compuesto por los coches 8.000 reformados propiedad de todos los modelistas que están suscritos al Club Electrotrén y que los acaban de recibir como coche del año del Club.

La coincidencia de la festividad del 1 de mayo en lunes, nos ha permitido alargar el encuentro un día. Tres días jugando en vez de dos, como es habitual. ¡Que gozada!. Y, aunque ya no sea noticia, ni un solo corto. Ni ningún tren a contravía (y no miro a nadie). Tampoco hay que dejar de resaltar que los horarios se cumplieron en un porcentaje muy importante. En algunos periodos, al cien por cien. En otros, las clásicas incidencias o despistes, supusieron un estrés adicional para los jefes de estación. Pero, a eso venimos ¿no?.

Queda comentar la organización del encuentro. Solo quien ha organizado un encuentro es consciente del esfuerzo que exige. Y los mil y un detalles que pueden complicar el resultado. En Santarém 2023 el trabajo hecho por Ricardo y Natacha ha sido impecable. No solo porque todo estaba muy bien preparado con antelación y porque todo ha funcionado a la perfección, sino porque ellos han añadido pequeños detalles y “sorpresas” que han hecho las delicias de los participantes. Además de su constante actitud vigilante para que nada fallara. Natacha, en particular, ha estado pendiente de todo y de todos en todo momento. ¡Muchísimas gracias!

Santarém 2023 ha sido un gran éxito. Ha borrado con creces los malos recuerdos de Santarém 2015. Por eso, ya que he empezado esta crónica con la primera frase de Rebeca, quiero terminarla con la última frase de la novela, que también me parece muy apropiada: «Y las cenizas volaron hacia nosotros con el viento salado del mar».